¿A qué sabe la luna?
Estamos viviendo una época en la que cobra mucha importancia el trabajo en equipo. Somos conscientes que todos debemos de poner de nuestra parte para poder llegar a un objetivo común, ¿cómo?, llevando a cabo una serie de valores como la responsabilidad, el trabajo en equipo, la cooperación, el respeto… Automáticamente he pensado en éste cuento… uno de los preferidos de mis peques.
Se trata de una preciosa historia de Michael Grejniec en la que los animales querían probar la luna y lo habían intentado de diferentes maneras. Una noche, la tortuga decide subir a la parte más alta de una montaña para poder alcanzarla. Aún así no llega. Entonces, empieza una cadena en la que los animales, van subiendo uno encima del otro con el objetivo de ayudarse entre todos y alcanzarla. La luna, no se los pone fácil y cada vez que se acercan a ella, ésta decide subir un poco más. Finalmente, el animal más pequeño, el ratón, consigue llegar al objetivo y al fin pueden probarla todos.
Éste cuento nos demuestra que:
· El trabajo en equipo nos va a ayudar a llegar mejor al objetivo, por muy imposible que parezca.
· Todos somos una pieza fundamental del grupo.
· Incluso el más pequeño es capaz de conseguir grandes objetivos.
· No debemos rendirnos nunca, hay que luchar por conseguir nuestros objetivos.
· Aunque nos sucedan acontecimientos en los que cada vez es más difícil alcanzarlos, seguiremos luchando.
· Después de luchar por conseguir el objetivo, la satisfacción personal será inmensa.
“¿A qué sabe la luna?” podemos trabajarla en el aula y en casa. La edad recomendada es a partir de los 3 años.
Me gustaría comentaros un recurso que he seguido tanto en casa con mis hijos, como en el aula de P2. Para ello necesitaremos:
- Cartulina negra.
- Imprimibles de los personajes del cuento.
- Velcro adhesivo negro.
- Rotulador permanente blanco (o corrector blanco).
- Folio azul y amarillo.
- Folio marrón o fieltro marrón.
- Tijeras.
- Precinto o celo.
Los pasos a seguir son:
1. La cartulina será del tamaño que deseéis. En mi caso, elegí dos cartulinas DINA3 y las pegué con precinto por la parte de atrás. Le puse el velcro adhesivo de arriba abajo y con rotulador blanco, pinté estrellas. En la parte de abajo, con fieltro, recorté y pegué una montaña.
3. El folio azul será el agua donde estará el pez del final del cuento. Para recrear éste momento, recorté un pez en folio amarillo, imprimí una luna más pequeña que fuera el reflejo y lo pegué en un folio azul que se colocará justo debajo de la cartulina negra, nuestro escenario.
Es una forma sencilla y muy divertida de explicar un cuento.
Sin duda, os recomiendo su lectura y aplicación
en el aula, o en casa y no olvidemos… ¡Somos un equipo!
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